Caminando por el casco viejo de la ciudad de Salamanca, cerca de la Universidad Pontificia y la Casa de las Conchas, dejándonos caer en dirección al Tormes por la plaza del Botánico, encontramos uno de los espacios donde Fernando Sánchez Contra ejerce su profesión de Luthier Violero, en la calle Tahonas Viejas, frente al conservatorio profesional de música.
El taller es un lugar mágico, envuelto de misterio y utensilios de madera y acero, botes de cristal con soluciones químicas, cajones repletos de piezas, olor a madera curada de arce y abeto, a ceras, resinas y vino de Toro, que por su alto contenido en taninos puede usarse para teñir las fibras. Allí repara y construye instrumentos de la familia del violín, manejando un oficio de precisión, constancia y perseverancia, aprendido así mismo gracias al legado de un maestro. Un trabajo donde se desenvuelven tareas de restauración de antiguos instrumentos y construcción de otros nuevos.
Pieza musical
Luthier (Extracto)
Interpretación y composición musical
Impresionoise
Luthier
Fernando Sánchez Contra