Con la finalidad de estimular la creatividad y la introspección, el viaje a través de la fantasía provocada por el sonido y de la percepción sensorial, mis intervenciones están cargadas de elementos que inducen estados alterados de consciencia deliberadamente. Es a través de la danza, de la escucha activa y del cansancio del cuerpo cuando las personas, ayudadas por la música, conectan y reciben nuevas impresiones que quedarán consigo como alimento.
Ayudo a quien acude a mis sesiones a explorar sus emociones y adquirir autoconocimiento a través de la música mediante la danza y la escucha activa.
Desde que tengo recuerdos, la música formó parte de mi vida, así como las ganas de transmitir, provocar y estimular diferentes estados en las personas a través del sonido. Penetro en las personas a través de sus sentidos y utilizo la música para lo que fue creada: conectar mediante los sentidos con el todo y con los demás, con el cuerpo, la mente, el alma y todo lo que seamos capaces de identificar como "nosotros" y "el mundo". Y es que es a través de nuestros sentidos con los que construimos un mapa de lo que nos rodea, esa naturaleza que es pura materia y energía, captando los estímulos y transformando con nuestro cerebro en un mundo comprensible, a lo que llamamos realidad. En este sentido, juntos construimos una realidad subjetiva, abstracta, sensorial, en un ambiente seguro donde experimentar los límites de nuestra percepción para adquirir autoconocimiento.
Viajando del orden al caos, de la vida a la muerte y al renacer a través de infinitud de túneles y caminos personales, en un diálogo espontáneo entre la música, el cuerpo y todo lo demás.
Mis intervenciones musicales idóneas tienen una duración mínima de tres horas. Durante este transcurso de tiempo puedo provocar que los usuarios pasen por diferentes estados, trabajando con distintas velocidades y patrones rítmicos. A penas utilizo música con letra, ni mensajes vocales directos. Ni la música que fabrico ni la que pincho en mis sesiones suelen tener este componente y, en caso de utilización vocal, los elementos son abstractos, casi ininteligibles. En tales casos, su uso enfatiza únicamente la expresión.